miércoles, 21 de octubre de 2009

Ultimátum para devolver bienes


Aunque la atención de la opinión pública estuvo concentrada, durante las últimas 24 horas, en las negociaciones del paquete económico en la Cámara de Diputados, particularmente en lo que tiene que ver con la Ley de Ingresos –que finalmente, después de toma de tribuna por el PT, fue aprobada en las primeras horas de hoy con más impuestos a consumidores y contribuyentes cautivos-, los medios impresos y electrónicos siguieron dando amplia cobertura a la situación que enfrentan los trabajadores electricistas, derivado del decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro, publicado el 11 de octubre en el Diario Oficial de la Federación. Ahora, aunado al conflicto interno que le representa a la mayoría de agremiados el decidir si acuden o no a recoger sus cheques de liquidación, se suma la exigencia de las autoridades federales para que devuelvan, a más tardar este viernes a las tres de la tarde, los bienes que tengan bajo su posesión o resguardo, en los centros de recepción que se han dispuesto para ese fin. Son cientos de vehículos que fueron asignados a ex trabajadores de la paraestatal antes de que se decretara su desaparición, pero además hay equipos de herramientas y transformadores que tienen que devolver, según los anuncios desplegados en diarios de circulación nacional. Obviamente la dirigencia del SME, encabezada por Martín Esparza (no reconocida oficialmente por el gobierno federal) ya lanzó un exhorto a los trabajadores para que no atiendan la petición del SAE, bajo el argumento de que no tiene la competencia para efectuar el procedimiento administrativo. Mientras tanto, desde anoche (hoy se registra además en todos los medios impresos) los noticieros de radio y televisión informaron que son ya seis mil 562 los ex empleados que han aceptado ya su liquidación, lo que habla ya de un porcentaje de alrededor del 15% del total de trabajadores que conforma la plantilla de LyFC. Por si faltara algo, el propio Martín Esparza anunció, una vez más, su rompimiento con Alejandro Muñoz (tesorero del SME que se proclamó ganador de la elección interna tras denunciar el fraude de Esparza), quien busca que continúen las pláticas en la Secretaría de Gobernación y con lo que no está de acuerdo Martín. Habrá que ver cómo se van desarrollando las cosas. Por lo demás, en otros temas de la agenda mediática, sobresale, por supuesto, la intentona de los diputados pejistas (ahora se entiende mejor para qué pusieron ahí a Gerardo Fernández Noroña) de boicotear la aprobación de la Ley de Ingresos, la que, de todos modos pasó con los resultados ya de todos conocidos. Y un asunto más, que quizá para muchos pasó desapercibido, pero no para acuciosos analistas, fue la reunificación de la llamada izquierda mexicana, en la que (¡vaya paradoja del destino!), quedó al frente un reputado ex priísta y ex salinista: Manuel Camacho Solís, a el columnista de El Universal, Ricardo Alemán, recuerda como “artífice de la persecución del FDN, del fraude electoral de 1988, y principal obstáculo para la fundación del PRD en 1989”. Más aún, abunda, parece no importarle a nadie que eso que hoy llaman “la izquierda mexicana” la integren partidos como PT y Convergencia; groseras empresas familiares nada democráticas, verticales, autoritarias y cuyos patriarcas (Alberto Anaya y Dante Delgado) son reconocidos pillos del viejo cuño tricolor, refiere el autor de Itinerario Político en ese diario. Habrá que echarle un vistazo completo a su columna de hoy, donde plantea: Y así pretenden que la sociedad crea farsas como la toma de San Lázaro por el PT y Convergencia. ¿Esa farsa es la izquierda mexicana?

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